sábado, 14 de abril de 2012

Guión 326: El hielo tambén qema.

A ella no le gustaba llevar paragüas, pero odiaba mojarse bajo la lluvia. Era una contradicción en toda regla, igual que ella misma. Tenía miedo por dejarse ver, asiqe se ocultaba bajo kilos de maquillage y sonrisas falsas. Odiaba mostrarse débil, detestaba la compasión; y por eso quemaba cada noche pequeños retales de su alma, trozos de sentimientos que no la dejaban dormir. Pero en realidad, no dormía igualmente.Pocos la conocían realmente. La gente se dedicaba a contemplar su maravillosa superficie pero sin penetrar en el vacío de sus ojos. Les asustaba asomarse a ellos. Era instintivo, como cuando te sientes en peligro y tu reacción es correr. La gente huía de su alma y se deleitaba con la perfección de su piel y el color intenso de su pelo; pero nunca los ojos. 
No lloraba, no sentía, no se inmutaba. Se dedicaba a exibirse entre la multitud, tratando por destacar en algo que no le hacía falta y sin sacar a la luz eso de lo que casi carecía. Fría como el hielo, como el mas puro iceberg. Pero nadie se daba cuenta de que el hielo puro también quema. 
Parecía no tener remedio; y no lo tenía en realidad. Pero a él le daba igual.
Se arriesgó. Le quitó el maquillaje, se asomó en el vacío de sus ojos y se quemo con su piel. Y ella reaccionaba con desdén y desinterés. Ingenuos.

El hielo tambíen quema. Pero en silencio.