jueves, 7 de marzo de 2013

Guión 522: Cosa de guiones improvisados.

Que tu entres, vengas, me veas, calles.. Me mires, te acobardes. Me esquives, te enrojezcas.. sales.
Te vas y no vuelves, pero vuelves y me alegras. Te grito, en silencio,,
Sin quererlo querido queriendo quise..
En silencio, el eco. De tu mirada, un beso, un parpadeo. El deseo.
Deseo que sin desear deseé desearlo. Desear-te-nerte.
Aúllame los miedos a la luz de tus sombras.
Vuelves, me respiras..
Y digo...
-Perfecto.

Guión 648: Maldición.


Tristemente te acabas dando cuenta de que el alcohol no cura las heridas, los cigarros no borran las penas y el tiempo no acelera el olvido.
Sin embargo, tú te empeñas en contradecir a la experiencia, echándole un pulso a muerte que no puedes ganar, tratando de que reconozca que se equivoca y que el tiempo está de tu lado. Pero no, no seas iluso. El tiempo te dio la espalda en el último momento y estás solo en el combate.
Sin embargo necesitas aferrarte a algo, cualquier cosa que te ayude a alejarte de ella; de su pelo, de su estudiada silueta, de sus gemidos en la hora de la siesta, del dulce sonido de sus pies descalzos sobre el suelo…
El alcohol no cura, pero te nubla la mente. Los cigarros no borran, pero ayudan.
 Y tú te imaginas feliz en el antro del final de la calle mientras la camarera te restriega las caderas y te dices a ti mismo que ya la has olvidado.
Y yo miro como te arruinas la vida y como te sangra el alma. Y como ella sigue siendo la dueña de cada rincón de tu pecho.

¡Maldito su recuerdo!