jueves, 10 de marzo de 2011

Un aeropuerto. Dos personas. Dos caminos. Un mismo destino.

Un aeropuerto. Dos personas. Dos caminos. Un mismo destino.

Así empezó esta historia, en aqel aeropuerto de alguna ciudad sin importancia perdida en aqel peqeño pais. Ella solo tenía en la cabeza las ganas de llegar a casa y darse una ducha calentita con una taza de te, mientras qe el iba repasando una y otra vez la lista de direcciones para no perderse y recorría los pasillos con mil papeles en la mano.
Os podeis imaginar qe pasó tan bien como me lo imagino yo.
Despistes, un choqe, disculpas y .. entonces, es cuando las miradas se cruzan.
Os aseguro qe a partir de entonces las cosas no fueron las mimas; & tambien os puedo asegurar qe ella no tomó su te caliente & él tampoco se perdió.

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